Comunitats Evangelitzadores
En un ambient càlid i facilitador de la pregària i la conversa, es van aplegar, a Sant Pau del Camp, integrants de més d’una quinzena d’associacions i entitats de l’Arxidiòcesi convocats per la Delegació d’Apostolat Seglar (AS).
Podríem dir que el tema d’aquesta segona trobada del curs 2017-2018 va ser “Acompanyament i formació de Comunitats”, en la línea del que els mateixos ponents (Anna Vilà, del Moviment de Professionals Catòlics de Barcelona i Domingo Torres, del Moviment Cursets de Cristiandat) van presentar a una de les Taules de la IV Jornada de l’Apostolat Seglar d’enguany, a Sant Feliu de Llobregat.
Després de la salutació de l’Anna Almuni (Delegada episcopal d’AS) i d’una ràpida presentació de cadascuna de les persones i entitats presents, va començar la reunió amb una emotiva pregària que incloïa la lectura d’un passatge dels Fets dels Apòstols i un altre de l’Evangeli Gaudium, primerejar, acompanyar….
Tot seguit es va passar a la profitosa exposició dels dos conferenciants que va donar peu a un enriquidor diàleg posterior. Necessitat de viure amb l’acompanyament comunitari, comunitats i projectes de missió, moment de les comunitats laïcals avui, diocesanitat….
L’acte fa finalitzar amb un lleuger refrigeri.
En Domingo Torres ens presenta la Jornada:
1- Aunque hablemos de comunidad no dejaré de pensar que las comunidades las hacen las personas y son ellas el sujeto principal e importante de mi planteamiento.
2- Daré testimonio personal de cómo es la comunidad cristiana en la que yo creo, puede que algunas de las cosas que diré sonaran en clave de utopía, pero como dijo aquel pensador, la utopía sirve para caminar y los sueños so hermosos si tienen la cualidad de posibles.
Creo que la Iglesia necesita una renovación y que evolucione hacia los tiempos que vivimos. Y creo sinceramente que la comunidad es germen de lo que puede ser esa renovación eclesial.
Si os parece, ahora os hago participes de algunos de mis sueños sobre lo que para mí es la comunidad y por extensión la Iglesia en la que creo.
- Ø Sueño y creo en una comunidad que me ayude a que mi fe esté en todo momento fundamentada y adherida a Jesucristo, una comunidad que asuma que su misión es el anuncio de la Buena Noticia y participe en el proceso de liberación de todo aquello que oprime al hombre.
- Ø Sueño una comunidad cristiana que sea continuadora del esfuerzo liberador de Jesús, que se apropie del evangelio y lo libere de las muchas cadenas que le han maniatado durante siglos, que recree una nueva imagen del cristianismo que sea signo de esperanza para el pueblo creyente y también para el pueblo en general.
- Ø Sueño con una comunidad abierta que no esté encerrada en sí misma, que transite por las fronteras existenciales, insegura pero en actitud abierta y evangélica sin miedo a las ideas y a los cambios que ayuden a dignificar la vida de las personas.
- Ø Sueño con una comunidad que forma parte de una Iglesia, de una red viva de comunidades cristianas conectadas y cooperadoras entre sí, abiertas a nuevas experiencias y creaciones, donde se admitan diferentes formulaciones teológicas, distintos lenguajes, capaz de crear nuevas formas de celebración, nuevas liturgias aunque sea contracultural como lo fue Jesús de Nazaret.
- Ø Sueño con una comunidad cristiana celebrante, agradecida y festiva con personas creadoras y promotoras de formas de vivir con radicalidad, con un estilo de vida humano, personas que sean testimonios de la cultura del bien común y de la sobriedad compartida capaz de denunciar la desigualdad, la corrupción, la discriminación de la mujer y los sistemas económicos que matan y destruyen a las personas.
- Ø Sueño con una comunidad donde en todos los participantes nazca la solidaridad y el compromiso por la justicia, capaz de una celebración eucarística que sea la real presencia de Cristo y del evangelio y sea signo del Reino futuro, una comunidad que sienta que cuando se aleja de las personas se aleja de Jesús y del evangelio.
- Ø Sueño con una comunidad que ore, que haga oración agradecida por los dones recibidos del Señor, Una comunidad samaritana es una comunidad que se acerca, se hace cargo, cura, acompaña y cuida una comunidad femenina que atesora y recoge los valores de lo femenino, que es tierna, compasiva, es amiga, esposa y madre, acompaña, ayuda, cuida y acuna con calidez a quien lo necesita.
- Ø Sueño con una comunidad posicionada en contra de la indiferencia, de la exclusión, de la idolatría al dinero y al poder, contra la anestesia a la que estamos inducidos desde el bienestar y la seguridad, contra el negocio armamentístico y de la creación de muros contra las personas.
- Ø Sueño con una comunidad cristiana donde las personas puedan mantener su libertad de pensamiento que no impone normas morales comprometidos en la sociedad según su propio criterio y conciencia, unidos por la visión de que en el evangelio encarnado es donde se manifiesta el proyecto de Dios, una comunidad por lo tanto abierta a la novedad insospechada del Espíritu.¿COMO SE CONSIGUE? La comunidad supone exigencias
- Conversión .. Orando, con miradas cálidas hacia el mundo, hacia las personas, hacia las tareas y hacia los análisis que tanto nos gusta hacer.
- Salir de nuestro espacio de confort y de seguridades.
- Asumir la inseguridad que significa compartir la vida con otros, frente a los valores del individualismo y el consumo alienante.
- Relativizar nuestras verdades, saber y pensar que no somos la única opción espiritual aunque nadie niega que nuestra opción tiene la fuerza de humanizar las relaciones humanas.
- Como Iglesia renunciar a privilegios que nos condicionan y nos hacen pagar precios no deseados, la iglesia solo ha de pedir libertad para predicar el evangelio.
- En su mayoría tenemos celebraciones aburridas y monótona, debemos tener el propósito de plantearnos plegarias eucarísticas renovadas y adecuadas a los tiempos.
En una comunidad cristiana toda la comunidad es la celebrante, quien preside actúa en la persona de Cristo y en nombre de la comunidad.
- Es desde abajo desde donde han de salir las propuestas que generan cambios es desde nuestros movimientos, asociaciones o grupos parroquiales desde donde se han de crear las estructuras eclesiales.No olvidar que la comunidad es la expresión del amor de Dios hacia nosotros y de nosotros hacia los otros